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PROVERBIO
Un proverbio, es una
expresión que pretende realizar una enseñanza o que contiene un imperativo
moral. Es habitual que los proverbios se agrupen de acuerdo a su origen, algo
que permite referirnos a proverbios chinos, proverbios japoneses, proverbios
españoles, etc.
Por lo general, los proverbios tienen un significado literal
y otro que se sugiere. La enseñanza, en este sentido, se encuentra en el
significado que puede deducirse a partir de la información literal. En algunos
casos, la literalidad carece de sentido.
Un ejemplo de proverbio es el siguiente:
“La paciencia es un
árbol que tiene raíz amarga, aunque da frutos muy dulces”. Este proverbio
señala que ser paciente puede resultar difícil, pero es algo que termina dando
su recompensa en el futuro. Por lo tanto, vale la pena tener paciencia y
aguardar el premio posterior.
PARÁBOLA
Dar clik en el siguiente enlace.
https://youtu.be/ln5tkD79m7o
Ejemplos de parábola:
Aguila o Gallina
Un guerrero indio se encontró un huevo de águila, el cual recogió del suelo y colocó más tarde en el nido de una gallina. El resultado fue que el aguilucho se crió junto a los polluelos.
Así, creyéndose ella misma gallina, el águila se pasó la vida actuando como éstas. Rascaba la tierra en busca de semillas e insectos con los cuales alimentarse. Cacareaba y cloqueaba. Al volar, batía levemente las alas y agitaba escasamente su plumaje, de modo que apenas se elevaba un metro sobre el suelo. No le parecía anormal; así era como volaban las demás gallinas.
Un día vio que un ave majestuosa planeaba por el cielo despejado.
Volaba sin casi batir sus resplandecientes alas dejándose llevar gallardamente por las corrientes de aire.
-¡Qué hermosa ave! -le dijo a la gallina que se hallaba a su lado. ¿Cuál es su nombre?
- Águila, la reina de las aves - le contesto ésta. Pero no te hagas ilusiones: nunca serás como ella.
El águila vieja dejó, en efecto, de prestarle atención.
Murió creyendo que era gallina.
El Tigre y el Zorro
Un hombre que paseaba por el bosque vio un zorro que había perdido sus patas, por lo que el hombre se preguntaba cómo podría sobrevivir. Entonces vio llegar a un tigre que llevaba una presa en su boca. El tigre ya se había hartado y dejó el resto de la carne al zorro.
Al día siguiente Dios volvió a alimentar al zorro por medio del mismo tigre. El comenzó a maravillarse de la inmensa bondad de Dios y se dijo a sí mismo: «Voy también yo a quedarme en un rincón, confiando plenamente en el Señor, y éste me dará cuanto necesito».
Así lo hizo durante muchos días; pero no sucedías nada y el pobre hombre estaba casi a las puertas de la muerte cuando oyó una Voz que le decía: «¡Oh tú, que te hallas en la senda del error, abre tus ojos a la Verdad! Sigue el ejemplo del tigre y deja ya de imitar al pobre zorro mutilado!».
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